Nuestros Congresos

La excelente organización del curso de ciencias básicas en cardiología, que llevamos a cabo a comienzos de marzo de 1987, fue muy valorada por varios de los distinguidos cardiólogos que fungieron de expositores.

Uno de ellos fue don Eduardo Zuleta Arcila, presidente saliente de la Sociedad Peruana de Cardiología, quien se aprestaba a inaugurar el congreso peruano de cardiología pocas semanas después.

Eran tiempos en que muchos estudiantes de medicina brindábamos apoyo a las sociedades de nuestra predilección, tanto en labores organizativas como administrativas. Sin embargo, este tipo de experiencia no se había replicado jamás en un congreso de la SPC.

Con sumo placer recibimos la invitación formal de la sociedad para formar un cuerpo de oficiales de sala durante el XI Congreso, en abril de 1987. Como es costumbre desde hace casi tres décadas, la sede del mismo fue el Hotel Sheraton, ubicado al frente del Paseo de los Héroes Navales.


Si bien convocamos a participar a todos los miembros, una gran mayoría se abstuvo por coincidir con las clases en la facultad. Empero, los que asistieron hicieron todo lo posible por dejar en alto el nombre del CECRAF, cumpliendo a veces funciones simultáneas.

Nuestras labores eran las propias de lo que hoy se conoce como anfitrionaje, incluyendo entrega de credenciales y diplomas, orientación de los asistentes, control de salas, proyección de diapositivas, sonidistas, guías turísticos, etc.


Las cosas serían distintas en 1989, cuando fuimos nuevamente encargados de colaborar en el XII Congreso de la sociedad, bajo la presidencia del doctor Juan Dyer Otero.

Habiendo la mayoría concluido su internado en marzo de ese año, y estando sólo a la espera de que la facultad nos expidiera los grados y títulos, se pudo reclutar un contingente muy significativo de colaboradores.


A pedido de la SPC, un grupo de antiguos miembros del círculo asumió la responsabilidad de colaborar en el XIII Congreso Peruano de Cardiología en 1991. Felizmente, la experiencia ganada en los dos congresos anteriores nos permitió cumplir la tarea con la suficiencia necesaria, pese a tratarse de una delegación relativamente reducida por hallarnos institucionalmente inactivos.

Al concluir estos tres eventos, el CECRAF fue felicitado en sendos discursos de clausura por su impecable participación colectiva. Poco después de cada uno recibiríamos cartas de los presidentes de la SPC ratificando este mismo sentir, las que conservamos con mucho cariño y son justo motivo de orgullo.

La Sociedad Peruana de Cardiología (SPC) organiza el congreso peruano de la especialidad bienalmente, siempre en los años impares, constituyendo la última y más trascendental responsabilidad de su junta directiva saliente.


Pinturas empleadas en los afiches de los congresos de la SPC de 1985 a 1991