Nuestras Cotizaciones

En 1986 la situación económica del pais era de relativa bonanza. Todavía no habíamos caido en la crisis hiperinflacionaria, pero ya contábamos con una nueva moneda, el Inti, que equivalía a mil soles.

Los fundadores sabíamos que nada se podía hacer sin dinero, y que nuestros planes eran tan ambiciosos como costosos. Uno de los primeros acuerdos que adoptamos fue el de abonar una cuota de inscripción de I/. 100.oo y cuotas mensuales de I/.25.oo a partir del segundo mes.

El encargado de la recaudación era Aaron Gurfinchel, nuestro Tesorero. Ari era un tipo serio, honesto, y además, judío. Con los primeros ingresos pudo habilitarle a Gustavo una platita con la que encargamos el primer trabajo de impresión del círculo: los papeles membretados y... los recibos.


Cada sesión Aaron se sentaba en una de las esquinas de la mesa, sacaba su talonario y se ponía a cobrar. No se le escapaba nadie, porque siempre llegaba temprano. Luego de cancelar lo que correspondiese recibíamos de sus manos un recibo de color amarillo, como el de la figura anterior.

Siempre tuvimos plata para todo, y eso se lo debemos en gran medida a este judío bien acriollado, que cumplió su función de tesorero con absoluto esmero y pulcritud, incluso en tiempos llenos de paquetazos.

Aaron Gurfinchel Pecker terminó su residencia en Ortopedia y Traumatología en Lima, pero años después decidió irse a los Estados Unidos. Allí completó su entrenamiento en Medicina Interna y Nefrología. Reside en Julliet, Illinois.


Aaron Gurfinchel, al fondo, en plena labor de cobranza, el 5 de setiembre de 1987